Adaptarse al ritmo frenético de P-Design está siendo toda unaaventura, porque cuando no es una cosa es otra. Pero a base deenfrentarse a situaciones estrambóticas con los compañeros de curro,una se acostumbra a todo. Eso sí, si hay algo que empuja a Momoko aseguir adelante es el misterioso Tagaya. De quien sabe muy poco, peropor quien siente mucho. Y en el mundo de Momoko no hay nada que dé más ganas de ir a trabajar que las mariposas en el estómago. ¡El amorestá en el aire! Pero también la envidia, y algún secreto que otro.Salseitos varios, y muy locos, en el ecuador de esta historia que noos podéis perder.