¿Una aventura romántica en el ejército en plena guerra de Secesión?Sin duda. Y si no son dos aventuras románticas no es por falta deempeño de una de las partes.¿Un espía del Norte entre las tropas del Norte? Por supuesto. ¡Yenviado por el mismísimo presidente!¿Una revuelta de ciudadanos del Norte contra sus propias tropas?Completamente cierta. Aunque, en esta visión, no todos los amotinadoslo sean de buen grado.Tres nuevas aventuras de Blutch y Chesterfield en las que, como decostumbre, la diversión en primera fila viene acompañada de unacertera y afilada mirada a asuntos mucho más serios.