Con el estreno de El caballero de las espuelas de oro, a su regreso del exilio, Alejandro Casona dictaba su postrera lección magistral sobre el teatro. La obra se asienta en el trasunto vital de Francisco de Quevedo, un español espejo en que se miran muchos compatriotas.
Poe el contrario, La llave en el desván, a la luz de los nuevos estudios del psicoanálisis difundidos por Freud, Casona hace una propuesta lírica para analizar los acontecimientos que los individuos se ven obligados a padecer, a vivir.