Marguerite Duras (1914-1996) partió, para la escritura de El dolor-dice, aunque no lo afirme-, del diario que escribió en 1945, en lassemanas previas y siguientes al regreso de su marido Robert Antelme,prisionero del campo de concentración de Dachau. Fuera así o no, laobra, de una intensidad estremecedora que se alimenta de laincertidumbre, de la frustración y de la extenuación, no vio la luzhasta 1985. Clara Janés, autora de la traducción y de la posdata quecierra esta edición, define El dolor como un «libro sagrado para suautora, libro sangrante para el lector, que reúne movimientos de lamáxima crueldad. Como consecuencia, su escritura es rigurosamentedescarnada. Se trata de ir hurgando en el fondo de los fondos delsufrimiento humano, entrando en el odio del hombre contra el hombre,que, por cuestiones políticas, adopta los aspectos másinhumanos».Traducción de Clara Janés