'El proyecto de un conjunto europeo unido, pese a todas sus carenciasy contradicciones, es lo mejor que han inventado las naciones deEuropa en su secular historia', dice Sami Naïr en este ensayo sobre la Unión Europea. Pero pone en evidencia, con una claridad proverbial,cómo el objetivo inicial se ha visto atrapado en una estrategiaeconómica basada esencialmente en la competencia 'libre y nofalseada', excluyendo toda dimensión de políticas públicas comunes.Demuestra que la inexistencia de la Europa social no fue una derivalamentable, sino una orientación inherente al paradigma neoliberalimpuesto a finales de los años 1980, y respaldado por partidosconservadores y socialdemócratas, en nombre de un vacilante 'interésgeneral europeo'. Naïr revela que fueron los socialistas francesesquienes, bajo los mandatos de François Mitterrand (1981-1995),abrieron las puertas a esa vía neoliberal, aliándose con losconservadores europeos. En esta elección reside la debilidadestructural de la izquierda europea. Aunque la Unión Europea hayaconseguido notables logros -moneda única, un gran mercado, librecirculación de los ciuda