"África no está muriéndose, mi tierra no está agonizando, no importa lo que pretenden los agoreros para excluir a mi continente del "banquete universal" del bienestar.
África está trabajando, avanzando, progresando según su ritmo y actuando según su propio estilo. África no ha dicho su última palabra. Los africanos y las africanas tenemos recursos ontológicos y antropológicos necesarios para el despegue de nuestro continente.
Se está produciendo también el advenimiento de un África pensante. La hermenéutica africana sigue enriqueciéndose con su historia, donde la tradición y la modernidad se confrontan y se impregnan mutuamente.
Los cristianos africanos no queremos que nuestra Iglesia sea cómplice ni c