Una obra maestra coreana.La pequeña Ihwa no para de crecer. Su madre la observa expectante y es consciente de que, en breve, su hija abandonará el hogar. Mientras, Ihwa vive con inquietud los cambios que experimenta su cuerpo. Ya no es la niña que era. Ahora es una bella adolescente enamorada de Deok-Sam, un chico de procedencia humilde con el que quisiera pasar el resto de su vida.
Kim Dong-Hwa, a través de su poética narración, nos traslada a la taberna que regenta la madre de Ihwa para vivir con ella su cotidianidad en la sociedad patriarcal que la rodea. Una sociedad tradicional y moralista que juzga constantemente el comportamiento de Namwon, una mujer con un oficio indigno para la mayoría, que se enfrenta con elegancia al qué dirán y que lucha por sacar adelante a su hija.