¿Qué grafema no es bandido, con la palabra cargada — la manolista — a la cintura? ¿Qué poema no es atraco y su botín unaluz, un color, el valioso garabato de una sombra? Lector, se reúnen en este paraje que es mi libro — festivo, llano, humilde: con su aroma a pólvora y campiña —, Billy The Kid y el enigmáticoBlack Bart, venidos recién de trasnochar en los saloons de la sílabaen juerga. Venidos a despojar, con la seriedad de los ebrios, cuantaspertenencias puedan al misterio. Lo que desentrañen de este asalto,dáselos tú, que los lees, a sabiendas que ellos se arrojan ya (¡alverso se arrojan!), armados sin más que una sola pregunta:... ¿quéprea hay más preciada que la forma que cobra la nada, que la nada quecobra la forma? A ti que sabes, pues, de lo forajido en las letras:este libro lo he hecho para ti.