Tania es pelirroja y tiene los rizos de un león. Se apellida Val de Lumbre como el lugar en el que vive, un pequeño y remoto valle. Las dos cosas que más le gusta hacer son, por este orden: deslizarse en trineo por Cerro Chico, la pendiente más empinada de la montaña al grito de «velocidad y autoestima». Intentando hacer un salto mortal con los esquís aunque a veces acabe en el rosal de Sally. Y enfadando al malvado Klaus Hagen que odia los niños. Y, lo segundo que más le gusta es estar con su adorado Gunnvald, que aunque tiene setenta y cuatro años es su mejor amigo. La verdad es que el pueblo no hay mucho niños, pero aunque los hubiera él seguiría siendo su preferido. Cuando Gunnvald tiene que ir al hospital, a Tania le van a ocurrir muchas cosas algunas divertidas y otras no tanto.