Parte I. Dolores crónicos y psicología. 1. El dolor crónico y la aportación de la psicología a su abordaje. 2. Características psicológicas observadas frecuentemente en los pacientes que sufren dolor crónico. Parte II. Dolores crónicos y trabajo en grupo. 3. Indicación de las intervenciones psicológicas y grupales para el dolor crónico. 4. Animación de grupo. 5. Evaluación del dolor en el marco de un abordaje en grupo. Parte III. Programa integrativo. Sesión 1. ¿Por qué una intervención psicológica para el dolor? Sesión 2. Identificar los pensamientos automáticos. Sesión 3. La reestructuración cognitiva. Sesión 4. Entrenamiento de la atención con conciencia plena. Sesión 5. Entrenamiento de la relajación. Sesión 6. Gestión de emociones negativas. Sesión 7. Cultivar las emociones positivas y una sensación de bienestar. Sesión 8. Descubrir y desarrollar los recursos en autocompasión. Sesión 9. Entrenamiento de la autohipnosis. Sesión 10. Aumento del sentimiento de autoeficacia y de la confianza en uno mismo. Sesión 11. Regulación de los niveles de actividad. Sesión 12. Volver a dar sentido a la vida: el trabajo de los valores. Referencias bibliográficas. Acerca de los autores. Lista de figuras Lista de tablas. Índice.
Este manual práctico propone un programa integrativo de intervenciones psicológicas grupales, que comprende un protocolo de 12 sesiones. Los autores proporcionan consejos basados en múltiples enfoques psicológicos (terapia cognitivo-conductual, psicología positiva e hipnoterapia, entre otros). Se incluye un capítulo dedicado a la animación de grupo. Los lectores pueden acceder a material adicional online: 24 hojas de trabajo y 2 audios de meditaciones guiadas. Este libro constituye una guía para todos aquellos profesionales que trabajan con personas aquejadas de dolor crónico. El dolor crónico es un problema de salud pública de primer orden que afecta aproximadamente al 30% de la población adulta. Muy a menudo resistente a los tratamientos farmacológicos, el dolor se acompaña con frecuencia de un gran sufrimiento que perturba la vida cotidiana de quienes lo padecen. Las intervenciones psicológicas —que no pretenden curar el dolor, sino ayudar a los pacientes a desarrollar recursos psicológicos para afrontarlo mejor y recuperar su calidad de vida— constituyen una parte importante de las estrategias de abordaje.