ô¡Consumidores del mundo, uníos!ö Se trata de un mensaje que no es niirónico ni paradójico y es, en efecto, la consigna realistaindispensable en un momento en el que los trabajadores estándesapareciendo y su unión solo daría lugar a un capital negativo, y aun gran pasivo, mientras que la unión de los consumidores genera elpatrimonio de la humanidad. Para resolver los problemas sociales ymedioambientales no necesitamos menos progreso, menos globalización ymenos capital, sino todo lo contrario, es decir, un progreso másconsciente, una globalización que pueda responder a los temores de una humanidad que se siente marginada con respecto al curso del mundo yun nuevo capital que nos permita contrarrestar una naturaleza que esmucho más fuerte que nosotros. En este sentido, reconocer que somosesclavos de la naturaleza como cualquier otro organismo, pero dueñosde la tecnología como ningún otro organismo o mecanismo, devuelve lainiciativa política a los seres humanos. No se trata de reprimir eldesarrollo, sino de utilizarlo en beneficio de la humanidad en suconjunto, con lo que a todos los efectos e