Guardini muestra que la verdadera humanidad solo es posible en el conocimiento de lo divino, que nos ayudará a resolver cuestiones vitales como ¿quién soy, o por qué existo?
La secular pregunta sobre la propia identidad es uno de los problemas básicos de la gente de hoy. ¿Quién soy? ¿Por qué existo? ¿Por qué soy como soy? Son preguntas que no pueden resolverse solo desde el mundo. Cada uno de nosotros experimenta su propio mundo, pero es un mundo que no hemos elegido. Nos encontramos ante una gran tarea de la que no debemos huir.
En contraste con las diversas imágenes modernas del hombre, Guardini muestra que la verdadera humanidad solo es posible en el conocimiento de lo divino, y abre un camino meditativo para quienes se preguntan sobre el sentido de su existencia y sobre Dios.