EL CROQUIS, PUBLICACIÓN DE ARQUITECTURA, CONSTRUCC
ohan Arrhov (1979) y Henrik Frick (1977) se conocieron con más o menos 15 años, una edad en la que compartieron actividades cotidianas como la música, el arte, la pintura y el tenis de mesa. Después de cursar diversos estudios en economía, filosofía, arte y pintura, se matricularon en el Real Instituto de Tecnología (KTH) de la Universidad de Estocolmo a principios de la década de los 2000. Juntos realizaron sus años de Diplomatura bajo la supervisión de la profesora Ana Betancour, que seguía un método progresivo y basado en la investigación. Su proyecto de fin de carrera recibió elogios de la mitad del jurado, mientras que la otra mitad tuvo una actitud negativa hacia el trabajo por la ausencia de edificaciones, ya que su orientación era la de una discusión crítica sobre la corrupción, los problemas sociales, culturales y ambientales, las construcciones locales y las microeconomías en los países en desarrollo. Hacia 2009, mientras ambos disfrutaban de una baja por paternidad, y durante algunos paseos y alguna que otra noche, elaboraron una propuesta de concurso para un edificio público situado a una hor