El famoso jardinero francés Gilles Clément nos habla de un arteinvoluntario que, aunque parece pasar desapercibido, somos capaces dever si estamos atentos a él.El arte involuntario es un arte pocoestimado, pues no es premeditado, flota en la superficie de las cosas. No tiene peso, pues la sociedad no se lo da. Es un arte sin estatus,sin discurso, tan carente de mensaje que uno puede leerlo, finalmente, por lo que representa ùuna figura del azarù sin estar obligado allevarlo más allá de sus propios límites. Es un arte desvalido,privado de acciones y misiones oportunas; se zafa de la política, semuestra con prisa y desaparece de inmediato. Privado de consistenciaútil, nadie puede sacar partido de él porque no pertenece a nadie. Esun estado de ser fugaz y sutil. A veces una luz.