Y aquí estamos intentando arreglar lo que no tiene arreglo, sobre el amor, sobre la muerte, sobre el miedo y sobre el arte.
¿Qué haréis cuando ya no os quede tiempo? ¿Qué haréis cuando ya no existan ni los machos ni las hembras, ni las falsedades ni las apariencias, sino solamente mierda y vejez, y no podáis poner en juego ningún tipo de fama, ni de influencia, ni de belleza, ni de grandeza ni de orgullo, ni de vanidad, ni de poder? ¿Qué pasará cuando cada mañana os cueste más prepararos para existir? ¿Qué pasará cuando vestirse y asearse sea una tarea de extenuante cumplimiento? ¿Cómo evitaréis los pequeños derrames que poco a poco irán fulminando vuestra memoria, vuestra inteligencia, vuestra prepotencia y vuestra lucidez? ¿Qué pasará cuando se os olviden las palabras y las cosas, y sintáis manchas blancas en el cerebro, y estéis solos, completamente solos y desvalidos, y enfermos, y vuestro aspecto sea desagradable y repulsivo, por mucho que os lavéis, por mucho que os afeitéis, y nadie, absolutamente nadie quiera pasar un día entero con vosotros? ¿No sabéis que la juventud solamente le