Con todo lo que se ha escrito sobre Franco y su régimen, resulta llamativa la escasez de obras referidas a su juventud. Es precisamente esto lo que impelió a Niko Roa a escribir El joven Franco, un cuidado ensayo que se sumerge en los primeros cuarenta años de vida del militar: en su temprana vocación castrense, en sus hazañas durante la guerra de Marruecos o en su actitud de escrupulosa lealtad tras el advenimiento de la II República. Con estilo depurado y personalísimo, el autor nos relata la historia de un hombre que llegó a lo más alto - así como siempre fue el español más joven en su empleo, también fue el general más precoz de Europa - partiendo desde abajo; esto es, sin un apellido aristocrático, un padrino político o una familia capitalista que lo avalasen. El joven Franco nunca necesitó, en fin, nada de aquello. Le bastaba con una valentía forjada en el riesgo y con un sentido del deber que ya entonces, en esa España delicuescente de principios de siglo XX, escaseaba. «La narración de Niko Roa nos traslada a las breñas y duros pedregales africanos, escenario de las hazañas del joven Franco» (Fernando Paz)