Al establecerse en sus países de acogida, los intelectuales y artistas del exilio español enfrentaron disyuntivas muy difíciles. Entreellas, la de decidir si seguir luchando por recuperar la madre patriao si incorporarse, en la medida de lo posible, a la realidad del paísen que se encontraban viviendo. Desde luego, una cosa nonecesariamente excluía la otra. De hecho, en la mayoría de los casoslos exiliados, como el dios Jano, solían tener dos caras, una mirandohacia la España perdida (un mundo que con el tiempo se les volvía cada vez más irreal), la otra mirando hacia el nuevo entorno (una realidad que, con el paso de los años, y aun cuando no lo quisieran, ibaejerciendo una influencia cada vez más decisiva en sus vidas). Losensayos reunidos en este libro ?centrados sobre todo en aspectos de la obra de Emilio Prados, Concha Méndez, Juan Rejano, Ernestina deChampourcin, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda y Max Aub? pretendenofrecer un amplio panorama de las respuestas muy diversas que lefueron dando a este dilema los intelectuales exiliados en México. Enel transcurso del libro se presta especial atención al di