Según la tradición, cada nuevo rey de los fae debe organizar unacompetición para elegir a su futura reina. La ganadora se convertiráen su esposa, pero Torin en ningún momento pretende enamorarse deella.Después de un encuentro fortuito con Ava, una chica despechadacon unas copas de más y una lengua viperina, el desafío se planteainteresante para ambos: ¿por qué no animarla a participar a cambio decincuenta millones? Está claro que no se va a enamorar de ella.Ava noduda en aceptar. Total, ¿qué tiene que perder? La respuesta es simple: la vida, porque sus contrincantes están dispuestas a matar por lacorona.Y cuánto más tiempo pasan juntos, lo que parecía helado tomacalidez, y la farsa puede ser su enemigaà Ahora ya no solo sus vidaspueden estar en juego, sino también sus corazones.