Las cerezas del cementerio (1910), de Gabriel Miró, es uno de tantosotros ejemplos de novela española que merece ser recuperada. Fuedemasiado innovadora una época en la que al gran público todavía legustaba saborear los grandes relatos que nos dejó el Realismo. Eneste, Gabriel Miró narra los amores del joven Félix Valdivia,estudiante de ingeniería, con Beatriz, la esposa de un rico naviero,casada, madura y de gran belleza, quien ya estuvo antes enamorada desu tío Guillermo. Miró vuelve al tema de los amores pulsionales y dela mujer adúltera, no tanto para reivindicar una libertad y unavoluptuosidad porque el autor las da por asumidas y naturales. Lo quele interesa es cuestionar la sociedad burguesa y el orden moralestablecido, y, en particular, reivindicar la libre voluntad, lapasión, el erotismo, la nueva mujer y la necesidad, hoy tan actual, de volver a nuestros orígenes y a formar parte de la Naturaleza. Laimpronta que el joven Nietzsche había dejado en Miró es palpable eneste hermoso canto a las tierras alicantinas. Al lector lo descubriráen el inesperado desenlace.Un siglo después, la obra de Gabriel Mi