Quinto Tulio Cicerón escribió en el 64 a. C. una carta a su hermanomayor Marco a modo de breve tratado sobre cómo presentarse a laselecciones al consulado. Poco podía imaginarse que ese texto pasaría a la posteridad, no solo por su valor histórico, sino también por lasorprendente actualidad que siguen teniendo sus acertados consejos,más allá de otras consideraciones éticas.Nos encontramos, por un lado, ante un valioso testimonio sobre la manera de concebir una campañaelectoral durante la República romana, que no dudaron en aprovecharsus contemporáneos, con Julio César a la cabeza. Pero también tenemosen Quinto Tulio Cicerón a una especie de hábil director de campaña que sabe cuáles son las claves para ganar las elecciones, dejando en unsegundo plano el debate ideológico o los programas políticos, paracentrarse en la lucha por el poder y en los mecanismos paraconseguirlo, como ofrecer una buena imagen, buscar apoyos, adaptarse a lo que quiere el público o atacar a los rivales.