Mujer Búfalo recoge los avatares cotidianos de una tribu sioux, desde su apogeo hasta su decadencia definitiva, tal como los vive Torbellino, hija del pueblo oglala.
Huérfana a los diez años, Dorothy M. Johnson (1905-1984) tuvo que desempeñar numerosos empleos, incluido el de escritora freelance para publicaciones modestas. Fue alumna de H.G. Merriam, un profesor de inglés apasionado por la antropología que introdujo la escritura creativa en su programa de enseñanza y fundó la revista The Frontier: A Magazine of the Northwest para animar a sus alumnos a escribir. En ella también participaron otros destacados autores como A.B. Guthrie (Bajo cielos inmensos, Frontera n° 7). Tras escribir numerosas narraciones breves, Dorothy Johnson publicó dos novelas western: All the Buffalo Returning, en 1979, y la presente Mujer Búfalo, en 1977.
Gran conocedora de la cultura indígena, Johnson llegó a ser nombrada hija predilecta de la tribu de los pies negros, y aunque sus relatos están siempre llenos de magia y sentido poético, el realismo del que hacen gala no permite maquillar la crueldad presente en muchas de sus historias.
Mujer Búfalo nos hace partícipes de las luchas y preocupaciones diarias de Torbellino, una mujer oglala de la Nación Sioux que pobló las grandes llanuras norteamericanas: la vida doméstica, la relación de parentesco, el duelo y el trabajo de la recolección, tareas habitualmente femeninas. Pero también nos habla de otros acontecimientos relevantes para su pueblo, como la guerra contra los wasichus (el hombre blanco), las intrigas políticas, las expediciones de caza
Torbellino nace en la época de esplendor de los sioux y conocerá su decadencia, diezmadas las manadas de búfalos y confinado su pueblo en reservas, hasta su diáspora hacia las tierras de Canadá en busca de la libertad.