Nunca me han gustado los hombres más jóvenes que yo no por nada, sino porque no son mi tipo y, por supuesto, nunca me han gustado los niñatos insolentes a medio hacer tampoco por nada, sino porque a mí me van más los maduritos interesantes. Sin embargo, todo eso cambió un maldito bucólico fin de semana en el que él se cruzó en mi camino, con su pelo rubio, revuelto, sus ojos azules y esa sonrisa desdeñosa cargada de arrogancia que me ponía mala. Sí, en pasado, porque no sé en qué momento eso empezó a cambiar y pasé de verlo como a un crío descarado a pensar en él como en mi «chico de anuncio».
Vaya por delante que me toca mucho las narices todo lo que siento cuando estoy a su lado, y ni te cuento lo que me joroba que me haga gracia o que no deje de pensar que es un encanto, porque, en serio, no quiero nada con él.
Me llamo María Eugenia de la Rúa, voy a ser la diseñadora de Dior y esta es mi historia; bueno, en realidad, nuestra historia, por mucho que me fastidie reconocerlo.
Una novela sexy y muy divertida con la que te darás cuenta de la importancia que tiene vivir el ahora, porque la vida siempre es más, mucho más, y nada debería frenarla.