AA.VV
Acaso la invención de la melodía sea el gran hallazgo de la humanidad. Si a ello añadimos el uso de las palabras y de nuestra capacidadsimbólica, tendremos el trípode que sustenta la condición humana. Laarqueología nos muestra que música, palabra y símbolo están entre loshombres desde que se irguieron sobre sus dos pies o vieron unaestrella a medianoche. Todos los poetas de verdad grandes han tenidoalgo de visionarios y de músicos. Podrán convencernos de que en verdad el mundo está naciendo a cada instante: nuevo, vigoroso, alegre, casi ciego como los ojos de un recién nacido que nos lleva a la vida consu manita pequeña. Los villancicos nos llevan a la cuna. Son lamisteriosa hermandad de unas voces que de pronto son blancas, aniñadas al son mismo del sol que nace. Las palabras, las melodías, vienen demuy lejos y han pasado por generaciones de almas y de labios antes dellegar a nuestra boca.