Tras recuperarse milagrosamente de la maldición, Liandro debe asumirlos deberes del heredero de un ducado, lo que hace que tenga menostiempo para estar con Evelina. Pero pese a la diferencia de clasesocial, Liandro es posesivo y no soporta que otros se acerquen aEvelina para intentar ser sus amigos, por lo que ella intenta mantener un complicado equilibrio entre ambos mundos.