Para huir del asalto de quienes ponían en serio peligro su castidad, Alejandrina, a los 14 años, se tiró por una ventana de casa, cayendo al suelo desde una altura de cuatro metros. La caída le provocó una lesión irreversible en la espina dorsal. A esta se le añadió una mielitis incurable, que agravó su situación reduciéndola a la inmovilidad.
Es el comienzo de un calvario que se transformó progresivamente en una experiencia mística dolorosa, reviviendo en su alma y en su carne la Pasión de Cristo.
Después de más de 30 años de sufrimientos, murión en 1955 a los 51 años de edad. Los últimos 13 años y siete meses vivió sin otro alimento que la Eucaristía: fenómeno rigurosamente comprobado y estudiado por la ciencia.
Esta vida tan singular tuvo incidencias profundas en todo el misterio de Fátima, especialmente con la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María.
Este libro, escrito por el P. Humberto Pasquale, su director espiritual, es fiel reflejo de todo ello. Ofrece un ejemplo estimulante para cuantos sufren, para cuantos quieren informarse sobre el florecimiento de la santidad, también en nuestros días, y constatar la misteriosa pero real presencia de Cristo en la vida humana.
Prólogo de Mons. Manuel Monteiro de Castro, Arzobispo titular de Benevente, Secretario de la Congregación para los Obispos, en el Vaticano.