Tanto el tardofranquismo como la Transición fueron etapas marcadas por una fuerte movilización social y política que reclamaba teorías con potencial para la praxis transformadora. Estas demandas tuvieron una influencia significativa para un sector politizado de la psicología dinámica, cuya preocupación por lo social no encajaba en la ortodoxia psicoanalítica. Fue en el marxismo donde encontraron una herramienta para explicar la psique a través de las condiciones materiales de vida de las personas. Este libro recorre la complejidad y la especificidad de las relaciones entre marxismo y psicoanálisis, los principales debates y reflexiones de los grupos de profesionales psi que participaban en estos espacios, así como su relación con el contexto estatal e internacional de la época.