Los clásicos elementos del género gótico que atrajeron a Elizabeth Gaskell, una de las mayores novelistas del realismo victoriano, podría pensarse que se impusieron al carácter cotidiano y a la proyección social de sus temas habituales. Estos Cuentos góticos, lejos de escapar al realismo, constituyen una inteligente y a veces patética exploración del género en busca de sus fundamentos reales.