Este libro propone un nuevo paradigma de lectura para la llamada Generación de 1898, analizando las ambivalentes reacciones de los intelectuales al proceso de modernización que vive la España finisecular. En definitiva, la paradoja central que nutre estas representaciones literarias es que los intelectuales estudiados pergeñan ideologías sociales tradicionalistas, pero, al tiempo, construyen sus textos literarios y ensayísticos como estructuras modernas, autorreflexivas e irónicas que acaban por deconstruir la sociedad arcaica que melancólicamente desean restaurar.