La construcción de una Europa unida se constituiría como uno de los grandes desafíos del escenario posterior a la Segunda Guerra Mundial. La Declaración fundacional de 9 de mayo de 1950 pondría de manifiesto que la paz mundial no podría salvaguardarse sin esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazaban. El máximo esfuerzo sería construir la Unión entre países que durante siglos habían vivido bajo el constante acoso de la guerra. La construcción de una Europa supranacional, en la que los Estados cedieran su soberanía es la clave de este libro que desarrolla la Europa comunitaria que devendrá en la Unión Europea. Sucesivamente los Estados europeos asumen poner en común los sectores del Carbón y del Acero, un Mercado Común y una Comunidad para el Energía Atómica. El éxito de estas construcciones supranacionales permitirá a Europa seguir manteniendo un papel predominante en la economía global y transformarse desde el Tratado de Maastricht en Unión Europea en la que todavía se requieren importantes esfuerzos de atribución competencial supranacional, para mantener y reforzar la actuación internac