Uno de los grandes pilares del pensamiento económico moderno es la presuposición de un sistema de mercado pleno, en el cual todos los factores involucrados -incluidos el trabajo, la tierra y la moneda− se relacionan siguiendo los criterios propios de este. Limitada en un principio por la lenta pero continua difusión de la Revolución industrial, a partir del siglo XIX dicha estrategia analítica tomó una fuerza creciente, al grado de que se convirtió en el principal anclaje de una de las ideologías más influyentes desde entonces: el liberalismo. La gran transformación, obra cumbre del autor, constituye una crítica sistemática heterodoxa del credo liberal, además de una explicación sobre su auge y su fracaso. Tras más de 70 años de ser concebida y ante la hegemonía neoliberal imperante desde finales del siglo pasado, la obra de Polanyi ha adquirido una importancia renovada, sobre todo como reivindicación de que el sistema económico es un medio de la sociedad y no un mecanismo impersonal carente de rumbo.