Hasta hace un par de décadas, la visión más extendida de las bacterias era la de organismos unicelulares relativamente simples, cuya vidaconsistía en aprovechar individualmente los nutrientes disponiblespara multiplicarse y, en algunos casos, causar infecciones. Nada máslejos de la realidad. Hoy sabemos que las bacterias cuentan con unamplio y complejo repertorio de herramientas que les permitensobrevivir en hábitats muy diversos, hasta en ambientes casiimposibles para otras formas de vida. Una de las principalesestrategias de persistencia es precisamente pasar del estilo de vidalibre unicelular a la formación de comunidades multicelularesasociadas a superficies y rodeadas de una envuelta protectora, labiopelícula, responsable de infecciones crónicas y de favorecer laresistencia frente a antibióticos. Además, las bacterias puedencomunicarse entre sí y con otros microorganismos. Estosdescubrimientos ofrecen una perspectiva diferente de las bacterias,mostrándolas como seres sociales, y además, la vida social de lasbacterias influye notablemente sobre nuestra propia vida.