La tesis de este pequeño libro es que la arquitectura se ha vuelto moderna al acercarse al cuerpo humano y que sólo centrándose en las necesidades y deseos del cuerpo puede seguir el ritmo del mundo contemporáneo. Innovaciones tipológicas como el pasillo y el baño permitieron articular los umbrales entre lo privado y lo público de maneras más sofisticadas, cambiando profundamente la forma en que habitamos, interactuamos con los demás y nuestra autoconciencia. Es una historia bastante reciente e inquieta que, a pesar de la estabilidad intrínseca de la arquitectura, ha sido testigo durante los dos últimos siglos de una dialéctica vivaz entre los hábitos establecidos y los experimentos de diseño desafiantes. Cuanto más ha intentado el diseño arquitectónico abordar nuestra concreción corporal, más significativos y controvertidos son sus resultados. Ahora que las prótesis técnicas se están volviendo cada vez más omnipresentes, volverse físico parece un objetivo difícil pero inevitable.