Un nuevo caso para Endeavour Morse, el mítico inspector de la policíade Oxford. El inspector Morse podría ser acusado de asesinato. Perocómo iba a imaginar él, cuando decidió pasar la noche con aquellaatractiva joven, que acabaría metido en el mayor lío de su vida. Todoera perfecto. La fiesta con la música a todo volumen, la cerveza fría, las risas de sus amigos, y la nota de Ann Scott arrugada en subolsillo con unas señas garabateadas: una dirección en el históricobarrio de Jericó. Cuando ese mismo día encuentran el cadáver de laseñorita Scott, todo apunta a un suicidio. Morse, que no habíaplaneado una segunda visita, se ve obligado a regresar a la casa queacaba de abandonar hace apenas unas horas, pero esta vez como oficiala cargo de una investigación. Nadie cree que la chica se haya quitadola vida, ni siquiera él mismo. Así que el mítico inspector de lapolicía de Oxford tendrá que recurrir a su fiel compañero Lewis, aalguna que otra pinta y a su ingenio, para resolver el crimen ydemostrar también su inocencia. Mientras, el tiempo correobstinadamente en su contra? «Lo importante es contemplar a estosperson