Murata y Tomoka están hasta las narices de sus relaciones anteriores:uno viene de una novia controladora; la otra, de un novio manipulador. Tras congeniar en una quedada de un MMO y ver que tienen tanto encomún, se van directos a un hotel por horas. Y tras compartir unanoche más que placentera y agradable, ambos establecen una relaciónbeneficiosa para ambos, donde tienen claro que no iniciarán ningunarelación formal ni se declararán pareja, pero tampoco será solo algocarnal. Simplemente, disfrutarán de la compañía y del sexo, sin reglas ni ataduras.