Evaluar una política pública consiste en aplicar el método científico a su gestión, de manera que se genere conocimiento para que esta gestión se vuelva cada vez más certera, lo que ocurrirá necesariamente conforme vayamos matematizando las ideas que tenemos acerca de la gestión de las políticas públicas. Una política pública es software que actúa en el espacio de configuración que representa la evolución de las sociedades humanas, representada a su vez como proceso computacional. Esta conclusión implica que, para poder caracterizar una política pública y para poder llevar a cabo su evaluación, se requiere un buen conocimiento de áreas de la matemática que han estado tradicionalmente ausentes en las Ciencias Sociales, como la Teoría de la Computación, la Teoría de la Información Algorítmica y la Topología de Variedades. Estas consideraciones tienen una evidente repercusión en la estructura matemática llamada indicador, esencial para el seguimiento y evaluación de una política pública. En esencia, un indicador es un objeto matemático aleatorio ?como una variable aleatoria o un vector aleatorio? construido de