Elena Fortún marchó al exilio en marzo de 1939 y en noviembre de esemismo año llegó a Argentina junto con su marido Eusebio de Gorbea.Allí vivió durante casi nueve años. Desde Buenos Aires escribió largas cartas a su hijo Luis y a su nuera Ana María en las que da cuenta desus primeras ilusiones, sus desengaños y su sentimiento de fracasocomo escritora para niños en el nuevo país. A pesar de ello, escribiólibros de la saga de Celia, sobre el cuento infantil y numerososartículos periodísticos. Este segundo tomo del Epistolario familiar de Elena Fortún recoge las cartas escritas en 1940 y 1941, que fueronaños de mucho trabajo para abrirse camino en Buenos Aires. Estascartas aportan datos valiosos sobre la época menos conocida de labiografía de la escritora, es decir, sobre su larga estancia enArgentina y la relación amistosa y literaria que mantuvo con otrosexiliados españoles.«Encarnación Aragoneses como epistológrafa nunca depuso su condiciónde narradora, y en tal sentido Elena Fortún supervive en estas cartas, aunque sea en convalecencia. La escritura de misivas, en estascircunstancias, fue la única posibili